1936. El Mapa de la represión


Última actualización: 24 de abril de 2019


Dos años y medio después, la amnistía decretada por el Frente Popular tras su victoria electoral, permitió que los implicados en los hechos de 1933 que quedaban en prisión, regresaran a Labastida. Esto facilitará la reorganización de la CNT, fuera de la legalidad entonces. En marzo de 1936, los hermanos Esteban y Ángel Manzanos y Felipe Barrio Maurín se encargaron de solicitar la reapertura del sindicato en Labastida, reconstituyéndose la organización tras una reunión celebrada en casa de Ponciano Quintana. Empujados políticamente por el anarquismo por su flanco izquierda, la minoría republicana estrechó el cerco político sobre los tradicionalistas en el consistorio, consolidándose así un estado de crispación constante entre las izquierdas y unas derechas “armadas hasta los dientes”, como describiría Felipe Barrio en el consejo de guerra instruido contra el.

Pero los acontecimientos se aceleraban uno tras o otro y el golpe militar del 18 de julio desembocaría en la cruenta guerra civil que conocemos y que acabaría entonces con la primera experiencia democrática y progresista en el estado español. Con el estallido de la guerra, 64 hombres del pueblo se presentaron voluntarios al requeté, organización paramilitar de ideologia carlista.

El mismo domingo 19, el alcalde de Labastida salía de prisión, tras los incidentes del 1 de mayo, y entraba en el pueblo dando vivas a España y al fascio. Era su declaración de guerra particular y la piedra de toque de la oleada de represión y exilio que sufrirían los “rojos” del pueblo. Ese mismo día ya se percibian movimientos en las calles de los carlistas del pueblo, algunos de ellos ataviados con la boina roja. Desde Haro tambíen llegaron rumores de que el alcalde, Felipe Aragón, de Izquierda Republicana, iba a entregar armas a la gente, algo que finalmente no ocurrió. En aquellas primeras horas, algunos de los republicanos y anarquistas del pueblo escaparon de Labastida, algunos en dirección al Toloño. De estos, algunos volvieron días después y otros no, otros se ocultaron en el pueblo. A partir de aquellas fechas, comienza un relato de represión y venganza contra muchas personas republicanas y anarquistas del pueblo.

Un largo listado de nombres, son protagonistas de esta parte aciaga de la historia. Muchos de ellos con un final fatal, Un número largo, en una provincia sin frente de guerra alguno, que dibuja el mapa del terror que se puso en práctica.

Así, sorprendidos en Haro por el estallido de la guerra, los militantes de la CNT Ponciano Quintana Martínez, uno de los fundadores de la Confederación en Labastida y su hijo Laureano Quintana Pérez de 59 y 25 años respectivamente, fueron llevados a la cárcel de la localidad de la que salieron para ser fusilados el 19 de julio en una de las muchas “sacas” nocturnas, salidas de la cárcel con el único fin de ejecutar a un o varios presos en cuestión, un procedimiento consentido y organizado por las recién llegadas autoridades. Sus cuerpos siguen desaparecidos.

En Agosto, en Argantzon, cuatro carlistas, uno de ellos, el vecino de Labastida L.N., asesinaron a los militantes de la CNT, Agapito Vadillo Porres, labrador de 54 años y uno de los fundadores de la CNT del pueblo y su hijo Serapio Vadillo López, labrador de 29 años, al poco de ser arrebatados de su domicilio a altas horas de la noche, sus cuerpos siguen desaparecidos. Ambos habian sido obligados a recolectar el cereal para los voluntarios requetés que se habian marchado al frente. Se da la circunstancia que a Agapito fué condenado dos años después de su asesinato, en febrero del 41, al pago de 500 pesetas por «responsable político», aun cuando la sentencia reconoce que fue detenido, «dándosele por desaparecido». El llamado Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas fallaba así «Que de las pruebas, informes y antecedentes aportados a las diligencias aparece justificado que Agapito Vadillo Porres, afiliado a la CNT, tomó parte en manifestaciones izquierdistas y en el movimiento revolucionario de 1933 en Labastida, habiendo sido detenido al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional y dándosele por desaparecido desde entonces. Que los bienes que resultan de la propiedad del expedientado ascienden a 4.500 pesetas en fincas y ganados como gananciales, y 3.000 pesetas en deudas. No expresando sus cargas familiares la esposa del desaparecido.» 1

También fueron asesinados los anarquistas Pablo Arroyo García, pastor de 48 años que habitaba en el llamado «Molino Suso», su cuerpo está desaparecido y  también David San Juan Ruiz que vivía entonces en Haro.

Un poco más de suerte tuvo Isidro Quintana Martínez, hijo y hermano de Ponciano y Laureano, nacido en Labastida en 1912,  afiliado a la CNT desde 1931, detenido tras la sublevación de diciembre de 1933 y encarcelado entonces en Vitoria. Domiciliado en Haro desde septiembre de 1936, logró huir a zona leal. Estuvo en Cataluña junto a José Gil combatiendo. Trascurrida la guerra (exiliado en febrero de 1939) pasó por los campos de concentración de Vernet d’Ariège y Gurs hasta febrero de 1940, después residió en Sallebruneau y Vendelais, en Bretaña (1946).

Lo mismo Tomás Corcuera Cámara, que intervino en la sublevación del 33 y fue condenado entonces a cuatro años, en razón a su minoría de edad. Tomás logró escapar en 1936 a la zona republicana. Huyendo de Labastida a Vitoria evito una detención gracias a un guardia civil al que conocía. Coincidió con su primo, José Gil e Isidro Quintana en Cataluña al final de la guerra, donde se se exilió a Burdeos y en 1946 se marchó a Chile, y partió desde allí hacia Panamá (Colón) en 1947. Décadas después de terminar la dictadura, regreso a Labastida de visita.

También tuvo fortuna Pablo Fernández Varela, activo también en aquellos hechos, fue condenado a doce años y en 1935 a muerte. Amnistiado después en 1936, huyo con el alzamiento fascista y logró pasar a zona republicana. En Bilbao trabajó de funcionario de Orden Público y al acabar la guerra se exilió en Burdeos y despues de algunos años, falleció por enfermedad.

Pudo escapar también el joven José Gil Cámara, que aunque nacido en Vitoria en 1917 residía en Labastida. Tenía estudios de bachillerato y fue secretario de la CNT del pueblo de 1933 a julio de 1936. Tras los sucesos de diciembre de 1933, fue detenido en Peñacerrada, encarcelado en Vitoria y condenado a cuatro años. En los primeros días de la guerra se oculto en Vitoria en casa de unos familiares, logró evitar un arresto durante un registro domiciliario y pasó a Bilbao representando a Álava en el Comité Regional del Norte. Después se trasladó a Cataluña a combatir. Tras la derrota, se exilió a Francia en febrero de 1939, afinado en Campo de concentración de Argelès-sur-Mer, para las personas refugiadas que huían del fascismo, de donde salió formando parte de una compañía de trabajadores. Más tarde estuvo en Cantois (1945), Riviere (1946), Portes, Lue, Beautiran (1949), siempre en la comarca de Burdeos, de cuyo núcleo fue secretario afecto a la CNT escindida del Norte hasta los años cincuenta. También están documentadas sus participaciones en otras reuniones entre de 1945 y noviembre de 1955, como la de noviembre del 1946, en el Pleno Regional y en reuniones del consejo consultivo vasco o el 13 de noviembre de 1955 en una reunión regional de Tolouse. Después estuvo viviendo y trabajando en Lüe o Labouheyre, en la Landas. en En 1977 pudo por fín regresar a Labastida de visita, aunque mantuvo ya su residencia en Francia pasando los últimos años en Gradignan, en el distrito de Burdeos.

Caso dramático fue el de Sixto Barrón, conocido militante libertario, uno de los fundadores de la CNT bastidarra y su secretario local, que también fue condenado a muerte en 1935 y amnistiado en 1936. Tras haber huido a Francia regresó hasta Vitoria, donde vivían sus hijos con sus abuelos maternos, para llevarlos con él al exilio. Una vez allí cometió el craso error de pasearse por el parque de El Prado y de regreso en el Portal de Castilla, fue reconocido por unos compañeros suyos que en ese momento viajaban presos en una furgoneta. Al advertir la presencia de Sixto, dos de los falangistas que custodiaban a los reclusos, procedieron a su arresto, conduciéndolo hasta el seminario viejo de Vitoria, y después a la prisión provincial, donde fue ejecutado el 28 de agosto de 1936. En el pelotón de fusilamiento de su ejecución tomó parte un vecino de Labastida. Su cuerpo sigue desaparecido.

Orden de salida de prisión de Antonio Barrón
Fuente del documento: CNT Gasteiz

José Antonio Barrón, otro hermano de Sixto, que tuvo un papel importante también en diciembre de 1933, se le condenó entonces a 12 años, amnistiado después, en 1936, fue “paseado” tras firmar su salida de la prisión provincial el delegado de Orden Público del Gobierno Civil de Alava, Alfonso Sanz Gómez, llevado a la fuerza para darle muerte sin juicio previo, el 1 de septiembre y enterrado en alguna cuneta.

Con la llegada de Alfonso Sanz, capitán de artilleria,  al cargo de Delegado, la situación represiva se endureció en Araba; encarcelándo por primera vez a partidarios del PNV u organizando el asesinato de presos de la Prisión Provincial mediante sacas nocturnas que acababan en las cunetas de la provincia. Para realizarlas, el papel de las milicias como brazo ejecutor fue fundamental. Bajo las órdenes de Sanz, se llevaron a cabo la mayoría de las muertes de este tipo en la provincia.

Los alaveses asesinados, “paseados” y ejecutados entre julio de 1936 y septiembre de 1937 fueron 153. Treinta y tres de ellos en La Rioja Alavesa

 “El Jefe de la Cárcel de esta Capital pondrá en libertad a los detenidos que al margen se expresan, siendo entregados a los portadores de la presente orden para ser trasladados a Pamplona”. El 8 octubre de 1936 se nos habla de una nueva “saca” en esta ocasión de un republicano de Labastida, José Rodríguez García, labrador de 40 años. Consta la orden de salida de la carcel de Gasteiz para ser trasladado a Pamplona. Su cuerpo está desaparecido.

De los setenta y tres asesinados por este procedimiento en Álava, 29 lo fueron en octubre.

El 23 de de octubre es asesinado en Labastida el republicano Jerónimo Rodríguez Garoña, jornalero y guarda jurado republicano de 34 años. A.G.A y otras personas le llevaron al termino del Molino Suso donde le maltrataron y le dispararon y a continuación le ataron una piedra al cuello y lo echaron al rio Ebro. Sin rastro tampoco de su cuerpo.

Una vez Álava sometida, las purgas, para acabar con la disidencia existente entre los funcionarios y maestros, acabaron con la vida, el 27 de octubre de 1936, del maestro  del pueblo y director de la escuela, José Fidel Ortiz de Anda, natural de Vitoria, de 30 años, que fue “sacado” de la carcel de Vitoria para ser fusilado, José era dirigente del sindicato socialista de la Enseñanza FETE-UGT. Ortiz de Anda era además,  autor del libro «Mi España» (Sucesores de Rivadeneyra, 1932), cuyo lanzamiento en la prensa de entonces era promocionado como «el libro de lectura indispensable en toda escuela de tendencias modernas».

El día 29 de octubre dieron muerte a tres republicanos mas del pueblo: los hermanos Eloy y Lorenzo Lanzos García, el primero edil republicano y a José Martínez López, bracero de 38 años, que fueron “paseados”. Estando presos en la carcel en Vitoria, Eloy desde el 24 de julio y Lorenzo y José desde el 4 de agosto, consta su salida «a diligencia» ese mismo día. Estos fueron asesinados en la carretera Irun-Madrid a la altura de Pancorbo. Allí un vecino de esa localidad, Liberato Valganon, que viajaba con frecuencia a Labastida, reconocío a Eloy. Fueron enterrados en Pancorbo.

Es asesinado por los carlistas de Labastida, también el alguacil Felipe Ochoa González, por republicano. A Felipe, le asesinaron cerca de la localidad, según testigos, los vecinos A.G.A., J.O.E., B.A.U. y A.B.G. tras haberle obligado a tenderse boca a bajo cuando vendimiaba en el término de Corral de Larrazuria. A Felipe le dispararon y le dejaron malherido, unos vecinos con un carro lo acercaron al pueblo donde finalmente falleció. Se da la circunstancia que Ochoa, era el que se había negado a dar las llaves del ayuntamiento a los anarquistas en diciembre de 1933.

El 22 de Noviembre del socialista Eleuterio Rojas San Fernán y el republicano Félix San Germán Ruiz, son “paseados”. De Eleuterio no se ha encontrado el cuerpo, Félix fue fusilado en Briñas.

El 10 febrero de 1937 se cumplía la pena dictada contra el anarquista de Labastida, natural de León, Eugenio Ayuso de 28 años. El anarquista y jornalero de profesión fue detenido en agosto de 1936 por el capitán del requeté Liborio Gil. El mismo Gil, en el traslado de Ayuso a Vitoria desde Labastida, paró el coche y amenazo a Ayuso con matarle allí mismo si no decía “la verdad sobre las bombas”, en referencia a diversos explosivos que supuestamente escondían el, su esposa y otros dos vecinos del pueblo arrestados el mismo día. Condenado a muerte por un Consejo de guerra en Vitoria y fusilado en el muro trasero del cementerio vitoriano de Santa Isabel. Ese lugar fue escenario de decenas de fusilamientos, en el caso de Eugenio aparece certificadada su entrada así en el libro de registro del cementerio: «Causa de la muerte: heridas arma de fuego».

Avisados por una vecina, los carlistas sacaron de su escondite, en una cuadra, y asesinaron a el republicano Nicolás Ortego Blanco, de 42 años, el 25 de julio de 1938.

En Irun es asesinado Amós Madrid Villalonga, militante de la CNT de Labastida, uno de sus fundadores en 1923. Cuando estalló la guerra civil se encontraba en Bilbao. Participó en la guerra siendo hecho prisionero en la localidad gipuzcoana. Su paradero es desconocido.

De entre los 19 vecinos de Labastida asesinados, diez fueron anarquistas y nueve eran republicanos. Labastida es el municipio con mayor índice de represión física de la provincia. Más del 1% de sus vecinos perecieron en ella, mientras que la media de Araba es del 0,185 %. Algunos de ellos, fueron fusilados en el termino de La Virgen, en la carretera Bastida-Rivas de Tereso, a apenas un par de kilómetros del pueblo.

Junto con los asesinatos de estas 19 personas hubo también muchas detenciones y actos de escarnio popular, como cortes de pelo al cero a mujeres o incautaciones de bienes por parte de los carlistas de la villa. También hubo sanciones económicas  e inhabilitaciones, expedidas por el llamado Tribunal de Responsabilidades Políticas.  35 expedientes sancionadores abiertos hubo en  en Labastida, de los cuales 26 fueron condenatorios. Las penas fueron en forma de sanciones económicas de diversa cuantia e inhabilitaciones por un número variable de años para acceder a cargos administrativos y políticos.

Tras la derrota en la guerra, está documentada también la presencia de otro vecino de Labastida en el campo de refugiados de Gurs, en Francia.2 que optó por el exilio, Martín Landa López, de la UGT.

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Hoja de registro en el Campo de refugiados de Gurs de Martín Landa

De Labastida también era Félix Villamor Ramírez, que fue llevado al campo de prisioneros de guerra, stalag XI-B, de Fallingbostel, en Alemania (nº de prisionero 43154) y el 25 de noviembre de 1940 fue deportado al campo de concentración de Mauthausen-Gusen (Campo 4510), al este de la ciudad austriacade de Linz, donde murió el 1 de enero de 1942 a la edad de 25 años.

Por otro lado, cabe destacar también lo ocurrido con el abogado Luis de Apraiz González de Betolaza, presidente de las Juventudes de Izquierda Republicana y que había defendido la causas de tantos, entre ellos de los inculpados en el levantamiento de 1933 en Labastida. Luis fue“sacado” de prisión y ejecutado el 29 de septiembre de 1936, tras sufrir en días previos, hasta quince simulacros de fusilamiento.

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Fosa común
Muchos más años después, a principios de junio de 1980, los cuerpos de doce personas  fueron exhumados de una fosa común situada en un punto de la margen derecha de la  carretera que va de Labastida a Rivas de Tereso, en el termino municipal llamado «Las Aluchas», a unos dos kilometros escasos de Labastida. Estas personas, procedentes de La Rioja, fueron al parecer asesinadas el 6 de noviembre de 1936 y enterradas en ese punto. Sus cuerpos fueron identificados como los de Vicente Rojas Carbonera «Bochincha» (militante de la CNT) y Felices del Campo Ábalos (afiliado a las Juventudes Socialistas), los dos de San Asensio. Procedentes de Haro: Felix Urrecho Ruíz (afiliado a la CNT), Leopoldo González Izarra (presidente de Izquierda Republicana), Ismenio Moneo Tordomar (maestro y director de la escuela. afiliado a Izquierda Republicana) y Francisco San Juan Melchán (republicano). De Treviana: Cipriano y Ceferino Sagredo Hermosilla. De Anguciana, Nicolas Sajo Bastida. De Rodezno, Braulio Antón García (afiliado a Izquierda Republicana). Y por último de San Vicente de la Sonsierra: Juan Martínez de Abalos (trabajador del ayuntamiento, secretario de Izquierda Republicana) y Martín Ramírez Apillaniz (afiliado a la CNT).

Información procedente del puesto de la Guardia Civil de Labastida
(Agosto de 1938)
Relación de personas detenidas e ingresadas en prisión

  • Ricardo Quintana García, encarcelado el 9 de julio de 1938.
  • María Pérez García, encarcelada el 9 de julio de 1938.
  • Jesús Quintana Pérez, encarcelado el 9 de julio de 1938.
  • Fernanda Quintana Pérez, encarcelada el 9 de julio de 1938.
  • Alejandro Quintana Pérez, encarcelado el 9 de julio de 1938.
  • Joaquín Amurrio López, encarcelado el 10 de julio de 1938.
  • Apolinar Estefania Alcalde, encarcelado el 10 de julio de 1938.
  • Honorato Amurrio Martínez, encarcelado el 10 de julio de 1938.
  • Luis Gil Sáez, encarcelado el 10 de julio de 1938.
  • Pablo Martínez Lanzos, encarcelado el 10 de julio de 1938.
  • Esteban Manzanos García, encarcelado el 18 de julio de 1938.
  • Ángel Manzanos García, encarcelado el 18 de julio de 1938.
  • Rosa Manzanos García, encarcelada el 18 de julio de 1938.
  • Avelina Barrio Maurín, encarcelada el 26 de julio de 1938.
  • María Barrio Maurín, encarcelada el 26 de julio de 1938.
  • Félix Manzanos García, encarcelado el 29 de julio de 1938.
  • Paulino Gil Sáez, encarcelado el 29 de julio de 1938.
  • Agustín García Muga, encarcelado el 29 de julio de 1938.

Relación de personas sancionadas económicamente

  • María Pérez García, sancionada con 100 pesetas de multa el 31 de mayo de 1938.
  • Avelina Barrio Maurín, sancionada con 90 pesetas de multa el 21 de julio de 1938.

Relación de personas destinadas a Batallones de Trabajadores

  • Saturnino Iñigo Salazar, C.T.V. nº 63 en Tudela.

Relación de personas desterradas

  • Leoncio Núñez, fue desterrado el 25 de diciembre de 1937 y en la actualidad (agosto de 1938) se encuentra en libertad.

1 Informe de Ahaztuak 1936-1977 «Argantzon .0 Represión franquista en La Puebla de Arganzón»

2 Archivo Histórico del Gobierno Vasco. Fondo del Departamento de Presidencia.Fichero de internados en el Campo de Concentración de Gurs.

“Jurisdicción especial y represión franquista en Álava (1936-1942)” (Gobierno vasco, 2006) de Iñaki Gil Basterra